¿Quién se ocupa de los oaxaqueños? Política y expectativas. Por Samael Hernández Ruiz

Por Samael HERNÁNDEZ RUÍZ

Los candidatos de los diferentes partidos y coaliciones, se preparan para una guerra sin cuartel. Las denuncias de hechos inconfesables, el señalamiento de violaciones a la ley, el uso de encuestas a modo y los golpes bajos, son el pan nuestro de cada día.

Habrá quien disfrute del espectáculo sangriento de esta especie de circo romano, otros preferirán dedicarse a sus actividades cotidianas en lo que pasa el diluvio electora; algunos participarán de manera activa en él con la esperanza de que su situación mejore, pero ¿quién se ocupa de ellos? ¿ Quién se ocupa de lo que necesitan, de lo que sienten de lo que desearían que este o cualquier gobierno les ayudara a solucionar?

Todos sentimos y podemos observar que las cosas no mejoran en nuestro país y menos en Oaxaca. La falta de empleos, los bajos ingresos en un mundo de precariedades cuando no de marginación y pobreza, el caos vial en ciudades que crecen sin ton ni son, la falta de seguridad y todo eso que ya hizo colapsar a la Ciudad de México, que por cierto deberíamos tomar en consideración porque es el futuro que le espera a la ciudad de Oaxaca si no se hace algo. Todo lo anterior, es sólo una pequeña relación de lo que agobia a los oaxaqueños.

¿Quién se interesa por preguntarle a los oaxaqueños que necesitan, cómo imaginan su futuro y cuál esperan que sea el papel del nuevo gobierno en la solución de los problemas que los aquejan?

Los políticos están demasiado ocupados en preguntar si votarán a su favor; pero ¿les interesa saber qué quieren los ciudadanos que hagan por ellos?

Una encuesta hecha para identificar la situación que actualmente viven los oaxaqueños nos revela algo que podría llamarse las expectativas ciudadanas implícitas. El muestreo, realizado por Conceptos Marketing, tomó como universo las secciones electorales federales con selección aleatoria y la manzana como conglomerado último.

La muestra total fue de 512 personas, de ellas 13 entrevistas fueron desechadas y 499 se tomaron como muestra final, con un 95% de confianza y +3 o -3 puntos de error sobre las medias estimadas. La muestra consideró un área geográfica de cinco municipios de la región de Valles Centrales del Estado de Oaxaca: Oaxaca Centro, Sta. Cruz Xoxocotlán, Sta. Lucía del Camino, Tlacolula de Matamoros y la Villa de Etla.
El 54% de los encuestados fueron mujeres y 46% hombres. El 60.3% de quienes participaron en la encuesta reportó menos de 40 años de edad.

De la interpretación de los resultados de la encuesta, se puede inferir que una expectativa implícita en las respuestas a la entrevista es la de “Mayor estabilidad en el medio en el que desarrollan sus actividades económicas los oaxaqueños”, ya sea como pequeños empresarios, trabajadores independientes o asalariados.

Quienes más enfatizaron esta expectativa fueron los comerciantes, tanto establecidos como ambulantes (49% y 39% respectivamente). Los porcentajes descienden gradualmente: empleado de gobierno (38%), empleado de empresa privada, trabajador no asalariado (profesionista, técnico, artesano, campesino) con un 33% del total de su categoría.

El 40.5% de los entrevistados consideró que la inestabilidad de las condiciones económicas que afectan a sus actividades, derivan de la situación de la economía estatal, en la que no hay trabajo o el trabajo es eventual, hay despidos de trabajadores, impuestos, rentas, nuevas leyes y reformas legales que afectan al mercado.

Resulta interesante que el 16.3% de los entrevistados atribuye la inestabilidad de las condiciones en las que desempeñan su trabajo al hecho de ser trabajadores eventuales, lo cual es totalmente comprensible; pero donde parece incidir más esta condición de eventualidad es entre los empleados de gobierno con un 20% del total de su categoría.

La encuesta reportó que el 75.6% de los entrevistados, dijo trabajar más de 8 horas diarias y el 25%, incluso más de 12 horas al día. El 18.8% de los empleados de gobierno declararon trabajar más de 12 horas diarias y los comerciantes establecidos 17 horas en promedio.

Un tema relacionado con el anterior es la cantidad de días a la semana que la persona trabaja. El 45% de la muestra reportó que trabajaba 7 días a la semana, es decir, sin día de descanso y el 31.2% de los empleados de gobierno reportó una situación igual, lo que implicaría en todos los casos, una violación a la ley laboral vigente.

Esta situación permite inferir que una expectativa implícita podría ser: “Mejorar la productividad y la regulación de las jornadas de trabajo”.

Esta expectativa es la expresión de la actual condición económica de Oaxaca que por un lado muestra la necesidad de modernizar y tecnificar la producción de bienes y servicios, de acuerdo a los avances de nuestros tiempos; pero por otra parte, se expresa también una expectativa que correspondería al siglo XIX.

La situación anterior empeora si se considera el ingreso familiar reportado por los entrevistados:

El 81.8% declaró un ingreso mensual de 5,000.00 pesos o menos. De estos, quienes perciben 1,000.00 mensuales o menos, son el 20.2% de los entrevistados. Sólo el 1.4% afirmó ganar 11,000.00 o incluso más de 22,000.00 pesos al mes.

En estas circunstancias, el 26.1% de los encuestados reportó que sus ingresos no le son suficientes y que tiene que recurrir a préstamos o a vender parte de su patrimonio para satisfacer sus necesidades más apremiantes.

La deuda contraída, se utiliza para el pago de servicios para la vivienda (27.6%), el pago de colegiaturas, uniformes y útiles escolares (25.7%) pago de la renta (15.3%), pago de hipotecas o de créditos. Llama la atención el bajo porcentaje que se ocupa del endeudamiento para el pago de la despensa (9.5%), Medicamentos (1.9%) y tarjetas de crédito (1%), lo que podría significar que utilizan sus ingresos regulares para sufragar primero esas necesidades y los ingresos provenientes de la deuda, se ocupan para lo mencionado anteriormente.

Por lo descrito podría inferirse que otra expectativa implícita en la encuesta es: “Mejorar la retribución al trabajo y la capacidad de ahorro familiar”.

El análisis de la encuesta en términos de expectativas sólo confirma lo que se conoce de la economía de Oaxaca y en general de las regiones pobres de México; pero resulta útil cuando se analizan bajo el enfoque de expectativas implícitas, porque proporcionan parámetros que permitirían conocer cómo responden las acciones y discursos políticos a las necesidades sentidas de la población.