La X en la Frente 

Y el gurrión voló…

La X en la frente

Moisés MOLINA

Y sí. Las cosas siguen según lo contemplado. La renuncia de Samuel Gurrión al PRI era inevitable. Pudo, sin embargo, hacerlo decorosamente y por la puerta grande en otro momento y en otra circunstancia.

He visto y escuchado el video que circula ya en las redes sociales. Es una joya de la comunicación política. En aras de la precisión a que se pretendía obligar cada palabra, sacrificó la credibilidad del discurso espontáneo y sincero. Si de por sí la credibilidad de partidos y políticos están por los suelos, ensayos como este los sepultan.

¿Por qué hablo de tiempo y circunstancia?

Porque en política no hay casualidades y no es casualidad que Gurrión haya tenido como marco, el proceso interno del PRI para la selección de candidatos. Samuel se veía hace unos meses, primero como gobernador y poniendo un poco más los pies en la tierra, como Senador de la República.

Y es que para el diputado local todo iba bien como empresario. Se enriqueció durante tres sexenios y bastaron unos pocos años para que la política lo obligara a traicionar a sus amigos.

En política la ecuación es sencilla. Quien se mete a ella lo hace para enriquecerse en la gran mayoría de los casos. Samuel Gurrión, sin embargo,  es uno de esos casos raros en que la norma juega al revés. Buscan poder por el poder en sí mismo; un poder que no le daba el dinero, pero que sí pudo comprar con dinero en la única elección que ha disputado.

Y digo que es un caso raro, porque Gurrión en su anuncio a los medios de comunicación, habla de muchas cosas, menos de lo obvio que pudo haber disfrazado de perseverancia, cuando en verdad es malsana obstinación, maquiavelismo puro. Parece no tener muchos escrúpulos cuando de conseguir lo que quiere se trata. Así fueron, dentro del PRI, sus cinco años de meteórica carrera.

Hoy, tal cual, presenta su renuncia al PRI y no le dice a la sociedad la verdad sin cortapisas.

Textualmente, el juchiteco dice en su conferencia de prensa:

  • “Soy un hombre de principios; de valores, un hombre de fe”, pero no dice cuáles valores, cuáles principios ni cual fe, quizás porque en el fondo no los tiene claros; hay que distinguir a los filántropos de los son solamente empresarios, si de valores se trata. Y hay que ver cuántas de sus empresas han sido, desde su origen, socialmente responsables.
  • “un hombre de metas, retos y objetivos claros”, es decir que, como se ha visto, en su breve carrera política el fin justifica los medios.
  • Habla de congruencia, pero lo que realmente se escucha es la voz del egoísmo en busca de un escaño cueste lo que cueste. Hasta donde se sabe, nunca se inscribió en el proceso interno de su partido.
  • Y continúa: “he llegado a la conclusión de que más que un impulso a la permanencia del modelo institucional imperante, Oaxaca necesita de una oposición progresista e inteligente”, pero la pregunta obligada es ¿qué oposición en Oaxaca ha sabido ser progresista e inteligente? Y no hablo solo de la actual, sino también de aquella que encabezaba el PRI cuando no era gobierno.

 

Samuel Gurrión se va, pero no dice a dónde. Total, es lo de menos. Sabemos que se irá con el partido que le garantice la candidatura al Senado en la primera fórmula, lo cual se ve bastante complicado. En el PRD no tiene cabida, según trasciende y también se dice que Juan Iván Mendoza se la prometió, pero al PAN le corresponde la segunda fórmula con mujeres y en Morena, Susana Harp está más que apuntada.

Por lo pronto, en medio de la incongruencia, dice ser ya diputado independiente y al mismo tiempo habla de oposición.

Lo que más claro nos queda es que su perorata no es más que un disfraz porque aparenta, encubre, oculta su verdadera intención.

Samuel no quiere volver a su realidad a pesar de ser mucho más confortable. Es la obsesión; la más perniciosa de cuantas puede haber: la obsesión de poder.

@MoisesMolina

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