De paradojas y utopías 

Sumario de fin de año

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS
RAÚL NATHÁN PÉREZ

In memoriam de mi buen amigo, Sergio Pablo Ríos

1).- Dos visiones

Termina 2019 y los oaxaqueños, en cierto sentido, acabamos exhaustos. Seguimos en los mismos parámetros del gobierno anterior. Es impresionante la superficialidad con la que, desde las altas esferas del poder público, se percibe la realidad. Paz, seguridad, gobernabilidad, crecimiento económico, certidumbre en las inversiones, son eje del discurso oficial. Protesta perpetua, atropellos a los derechos civiles, el bloqueo nuestro de cada día, criminalidad al alza e ingobernabilidad, la realidad lacerante para la sociedad. Hartazgo, desencanto, indignación y coraje, se han arraigado en lo más profundo de la conciencia social. Una y otra vez, lo hemos dicho: Oaxaca ya no soporta más. Diciembre ha sido el corolario del abuso, de la impunidad y de la excesiva tolerancia para unos. Pero también de la frustración y la ira ciudadana. La pregunta prevalece: ¿cómo se puede gobernar con miedo?

2).- Nuestra eterna postal

El reloj parece haberse detenido. Oaxaca asemeja una eterna postal. Podemos ausentarnos años y todo sigue igual. La obra pública está estancada. A trancas y barrancas se terminó el Centro de Convenciones, ya planeado desde el régimen anterior y la corrección de los errores estructurales del Centro de Iniciación Musical (CIMO). De ahí en fuera, nada. Ni carreteras terminadas ni libramientos. La imagen de atraso, rezago y anarquía prevalecen. El estancamiento es patético. Nuestra jodidez parece ser congénita. Nada más hay que ver nuestro transporte público para ponerse a llorar. Enjambres de taxis y moto-taxis nos remiten a mega-urbes de Oriente o Medio Oriente. No obstante las promesas de cambiar el parque vehicular, ahí sigue la chatarra vieja, contaminante y mortal, como dueña de calles y avenidas. Un transporte arcaico, en una selva de salvajes cerrando calles, avenidas y carreteras.

3).- El flagelo de la inseguridad

No se trata de contradecir el discurso gubernamental. No. Tampoco de poner en tela de juicio, la añeja y sobada versión de que somos una de las entidades más seguras del país. El eslogan viene desde gobiernos pasados. Sólo subrayar que, en la percepción ciudadana -versus gobierno-, el estado ha devenido un teatro criminal inédito. Más de diez ejecuciones en dos días, 18 y 19 de diciembre, no es para echar las campanas al vuelo. Es una realidad lacerante. Cerramos el año, teniendo sólo en Tuxtepec más de 120 ejecuciones. En el Istmo un poco menos. Pero, ¡oh, paradoja!, en los recursos que el gobierno federal destina a través del Fondo de Apoyo a la Seguridad Pública (FASP), Oaxaca registra un subejercicio. Es decir, estamos tan seguros –y boyantes presupuestalmente- que ni gastamos lo que nos da la Federación. De ese tamaño es la apatía por el tema de la seguridad.

4).- Proyectos y sueños

Desde su primer día de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el Proyecto Transístmico, como una de sus prioridades. Y recorrió la región ofreciéndolo como pivote del desarrollo regional. Una moderna vía férrea para unir Salina Cruz y Coatzacoalcos. El viejo anhelo porfiriano. Sobre el mismo se ha hecho circo, maroma y teatro. Primer tropiezo: la famosa consulta, que resultó un fiasco. Amañada y todo, pero fue un fracaso. Luego vendría la promesa empresarial en el Centro de Convenciones y al poco tiempo se borró de un plumazo, otro de los proyectos efímeros y oníricos: las Zonas Económicas Especiales (ZEE). A un año de distancia, salvo las declaraciones gubernamentales que hablan de miles de millones destinados en el PEF-2020, todo sigue igual. Iguales de jodidos los istmeños, acosados por bloqueos carreteros, homicidios, levantones y el chantaje de grupos y organizaciones sociales, cuyos dirigentes sólo buscan su beneficio. ¿Conclusión? El tiempo se acorta y hay mucho por hacer en el gobierno de Murat Hinojosa.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Un adendum a mi artículo de hace una semana sobre el zócalo. Don Enrique Pacheco Álvarez me comenta que dicho espacio fue sitio de protestas desde 1949 y, posteriormente, en 1952, en contra de los ex gobernadores Edmundo Sánchez Cano y Manuel Mayoral Heredia, respectivamente. Y algo muy importante: era el sitio idóneo de estudiantes del entonces Instituto de Ciencias y Artes del Estado, para preparar exámenes, dado que no todos tenían luz eléctrica en sus casas.

— Felicidades a mis lectores, amigos, colegas, editores, etc., con motivo del Año Nuevo 2020. Que haya salud y que los proyectos se hagan realidad.

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