Politica de suma cero 

Robles Montoya, un mal fario

Conferencia de Prensa Reforma ConstitucionalDesde el triunfo del gobierno de la alternancia y la transición, como eufemísticamente le llamaron sus apologistas, el camino de BENJAMÍN ROBLES MONTOYA, conocido con el apelativo de “The Dirty Face”, se empezó a torcer. Con la anuencia de GABINO CUÉ –o sin ella- montó una estructura paralela en la administración de su amigo el gobernador. Tenía bajo su tutela varias áreas, sobre todo educativas. Dos de ellas: el CECYTE, al mando de SERGIO AGUILAR y el IEEA, a cuyo frente ubicó a ROGELIO RODRÍGUEZ. Fueron sus apoyos indiscutibles cuando labró su camino al Senado, cuya candidatura no hubiera cuajado, sin el cabildeo del ejecutivo estatal ante la cúpula del PRD.

Poco tiempo tardó para morderle la mano a quien le había catapultado al escaño senatorial. De ser el “segundo hombre fuerte” en el gabinete y hombre de todas las confianzas de CUÉ MONTEAGUDO, devino su principal detractor, lo que contribuyó a que cayera de la gracia de su amigo de antaño. En su papel de senador empezó a aparecerse como de milagro, en todos los actos oficiales. Sabía al dedillo la agenda del gobernador, gracias a los enclaves e incondicionales dejados en puestos cercanos. Hasta que CUÉ prohibió darle información. A la par, se confrontó con el círculo cercano, principalmente con JORGE CASTILLO, a quien denunció posteriormente, como veremos más adelante.

Benjamin_Robles_MontoyaSu alocada carrera a la gubernatura ha hecho a ROBLES MONTOYA cometer una serie de desaciertos. Prácticamente se asumía como delfín, cuando su amigo gobernador aún tanteaba el sinuoso camino del gobierno oaxaqueño. Es decir, ni siquiera se había acomodado en el palacio de gobierno, cuando el chilango traído de Michoacán ya lo zopiloteaba. Los accesos de puertas abiertas y picaporte de antaño se cerraron para ROBLES. Más aún, cuando presentó una denuncia en la PGR, en contra de JORGE CASTILLO, con cargos graves y, más recientemente, en contra del Secretario de Administración, ALBERTO VARGAS VARELA, el funcionario que –al menos es lo que se sabe- siempre lo apoyó. Había ya fracasado en su intento de imponer en la dirigencia estatal del PRD, a su incondicional JESÚS ROMERO.

El segundo revés que recibe el senador perredista es la candidatura y el triunfo de JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS, como diputado federal, por el distrito de Tehuantepec, que lo ubican en la liza sucesoria de la izquierda. Luego vendrían las denuncias de algunos presidentes municipales, respecto al cobro por los apoyos logrados en el Senado. Por lo que optó por los conciertos musicales, herencia del priismo más retardatario, como el de “Los Tigres del Norte”, en el que sólo logró una rechifla. (JPA)