De paradojas y utopías 

PRI: De la ilusión al derrotismo

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS

RAÚL NATHÁN PÉREZ

1).- Ni pies ni cabeza

El mar de confusión en los registros, dictámenes, pre-dictámenes, procedencia e improcedencia, puso al Partido Revolucionario Institucional (PRI) oaxaqueño, materialmente de cabeza. Fueron muchos a los que empujaron al registro para después batearlos. En el reparto de cuotas, partidos coaligados y cuestiones de género, la confusión fue mayor. Que aquí es del PRI, allá del PVEM y más allá de Nueva Alianza. Aquí es mujer y acullá hombre. La Comisión de Procesos Internos del CDE transitó entre la simulación democrática y apego a los Estatutos, a una convocatoria confusa y el infalible dedazo. ¿Cuál fue el quid de tanto rechazo y validación amañada? A sabiendas de quiénes estaban “amarrados (as)” se siguió jugando con la militancia, pero sobre todo con la dignidad de quienes soñaron. Los méritos, la lealtad, la disciplina quedaron atrás. De nueva cuenta, los mismos métodos de la sobada imposición, compadrazgo, complicidad e incondicionalidad.

2).- Dirigencia de jure y de facto

Sin duda, la papa caliente que le pusieron en las manos al presidente del CDE del PRI, Germán Espinosa, no fue cualquier cosa. El tricolor venía de una etapa de desgaste. La venta de candidatura de que se señala a Alejandro Avilés fue una realidad que nadie ha desmentido. Héctor Anuar Mafud era el presidente de jure, pero quien operaba –Avilés- era el de facto. El fenómeno se repitió con Espinosa. Cuando éste y la Secretaria General, Julieta Famanía registraban la coalición PRI-PVEM-Panal, ante el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPO), la clase política priista en pleno, disfrutaba “cochinita a la cubana” y música de mariachi, banda y “Los Socios del Ritmo”. La lectura era evidente: “que se frieguen aquellos, la cosa es conmigo”. El corolario de esta cadena de excesos y operación política encubierta se puso de manifiesto en sábado 3 de febrero: Avilés Álvarez fue designado coordinador de campaña del precandidato José Antonio Meade, en la víspera de su visita a Oaxaca. Y los demonios se soltaron. La inconformidad está haciéndole otro boquete al tricolor.

3).- Los claroscuros generacionales

En la concience-colectif permea una idea: en todo lo que se refiere a su partido, el PRI, el gobernador Alejandro Murat ha dejado hacer y dejado pasar. La clásica frase liberal: laissez faire; laissez passer. Aunque durante el segundo semestre de 2017, los augures mencionaban nombres, distritos y demás, en la cúpula parecía no hacer aire. Y se entiende, el ejecutivo estaba en tareas de mayor relevancia, como fue la emergencia de los sismos. Hace unas semanas mencionamos que el tricolor parecía estar poniéndole la cama a MORENA y AMLO. En efecto, a última hora renuncias inesperadas y destinos inciertos. Algunos funcionarios fueron invitados a ahuecar el ala. Ninguna emoción. Saben que los tiempos políticos son adversos. Los hay que no tienen disposición ni siquiera de dar la batalla. Llevan el derrotismo a cuestas. Pero aun así tragaron sapos y algunos van a la guerra sin fusil, confiados en que si fracasan, su cargo en el gabinete está asegurado. Pero no.

4).- ¿Cuál territorio PRI?

De aquel “Oaxaca, territorio PRI”, del ex gobernador Ulises Ruiz ni sus señas. Ya hemos hablado de las derrotas, cuando “La Pejetroika” operó. En 2006 y 2012. Lo grave es que el PRI se ha abandonado a sí mismo. Como un enfermo que ya no lucha por la vida sino que pacientemente espera la muerte. Le ha apostado al voto duro. Dicen los que saben de pronósticos electorales que si bien le va a la coalición que encabeza el PRI, ganará dos o tres diputaciones federales y si acaso la mitad de locales. El aspirante presidencial José Antonio Meade –espero que no sea así- sucumbiría en un territorio en donde van dos a uno a favor de MORENA. He ahí el triunfalismo atolondrado de éste. Los berridos anticipados del magisterio, de los orates del Cártel-22 y de sus aspavientos en favor de AMLO. Sin ficciones, sin simulaciones, aquí se ha advertido desde hace mucho, un propósito insano tal vez, para que no cuaje el tricolor. Así de simple.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

– De nueva cuenta Oaxaca paga los altos costos de ser un estado con un alto nivel de sismicidad. Los temblores han sido históricamente una de nuestras peores calamidades. Ahora fueron las poblaciones de la Costa, como el año pasado fueron las del Istmo. Sin embargo, la celeridad generó una tragedia. El desplome de la aeronave de las Fuerzas Armadas generó una tragedia mayor: 14 muertos que no fueron producto del sismo.

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