De paradojas y utopías 

Pandemia y criminalidad

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS
RAÚL NATHÁN PÉREZ

A médicos y enfermeras:
“Dignos para siempre de mi respeto…”

Joseph Conrad, La línea de sombra, Bruguera, 1986

1.- Escenarios nunca vistos

Sin “moralina” alguna –como decía J. Ortega y Gasset- he aprendido que el alma humana no abriga sólo sentimientos generosos. Muchas veces guarda los peores. La crueldad y la bajeza van de la mano. La ignorancia y la enajenación son letales en esta emergencia, en la que parece que todo serán pérdidas. En efecto, en un entorno humano, empeñado en la propia supervivencia, la piedad, la solidaridad y el respeto por la vida -¿o la muerte?- de los demás, parecen no existir. Hay excepciones, sin duda. Un ejemplo: un paciente de Covid-19, de 72 años, es rechazado en San Pedro Pochutla. No por médicos. Por ciudadanos que pusieron un filtro. La familia lo regresa a Santa María Huatulco. Muere. Trasladan su cadáver a Salina Cruz para incinerarlo. Trascendió que el gobierno local no lo permite. “Por temor a contagio”.

En Villa Alta, el edil ordena retener a médicos y enfermeras. Un vil secuestro. Sospecha que portan el virus. O de que se irán y no volverán. Una y otra vez, personal médico del Sector Salud, IMSS, ISSSTE, exigen equipo de protección. Por el contrario, de manera cotidiana, hay agresiones físicas y discriminación. Autoridades federales y estatales, apenas reaccionaron. El Congreso local también. Todas son estadísticas de infectados, sospechosos y muertos. El protagonismo político de actores y partidos; de sindicatos y mafias, es brutal. Cual más, cual menos, quiere llevar agua a su molino. El partido Morena anda desatado. Está a la baja, pero así quiere adelantar campañas. Ya lo dijimos. El ejecutivo estatal informó del robo de equipo médico; le revira dirigente sindical del Hospital Civil. O se retracta o habrá paro. Por el contrario, Murat Hinojosa ratificó la denuncia. ¿Cómo? ¿Buitres de la pandemia en una institución hospitalaria? Algo hay de abyecto en todo esto.

2.- La naturaleza humana 

¿Cuál es el acto de volitivo o de acción mezquina para tomar actitudes como éstas? Hay un pasaje en Joseph Conrad, uno de mis autores favoritos, a tono: “(este mal) –decía- parece sellar con un gesto vil ante la iluminada faz de la tierra, un pacto traidor con la muerte en acecho, el mal escondido, la profunda frialdad del corazón humano”. (El corazón de las tinieblas/La soga al cuello, Orbis, Barcelona, 1986, p. 62). En una sociedad como la nuestra, los usos -¿o abusos?- y costumbres se convierten a veces, en acciones punitivas irracionales. Retenes en algunas comunidades han servido para extorsionar. No se trata sólo en donde prevalecen los hoy llamados sistemas normativos indígenas. Sino aún, en donde se rigen por el sistema de partidos políticos. Y no precisamente electorales.

Seguir al buey de la campana es ley.  A esos esclavos de la voluntad de otros, es a los que se suele atribuir la pregunta: “¿Por qué debo hacerlo, si en realidad no lo deseo?”. (Adela Cortina, Hasta en un pueblo de demonios, Taurus, Madrid, 1998, p. 49). En efecto, el miedo puede infectar nuestra capacidad de decidir. “El motivo general de mantenerse vivo –dice J. A. Marina- puede estar modulado por sentimientos de miedo o furia”. (El misterio de la voluntad perdida, Anagrama, Barcelona, 1998, p. 87).

3.- Crimen y fake news

En Oaxaca, los criminales no han descansado. La pandemia y la contingencia les ha dado exactamente lo mismo. Al igual que los especialistas en difundir fake news. Han estado en su mejor ambiente. Una sociedad aterrorizada es más vulnerable. O, ¿cómo se explica que sólo el Jueves Santo, día de guardar para los católicos, se hayan dado doce ejecuciones? La Semana Santa sumó al menos quince. Incluyendo niños. Dos en San Pedro Tapanatepec y dos niñas en Acatlán de Pérez Figueroa. La semana anterior, la cifra fue similar en acciones criminales. El mal que se vuelca sobre el mundo socava, en su mayoría, a los de la tercera edad; el crimen organizado los mata en la flor de la vida. Hay razón de que la inseguridad en México sea hoy mismo, más letal que el coronavirus. Aquí, la delincuencia común y organizada siguen salpicando de sangre calles y pueblos. Los fallecidos por Covid-19 y ejecuciones, son sólo estadísticas. Para los primeros –como ya vimos- ni dolor ni misericordia; para los ejecutados, nomás la impunidad.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

Preocupante: dos policías asesinados en menos de una semana. Rogaciano Vásquez, en persecución de delincuentes. Lo acribillaron cobardemente. Refugio Guilebaldo Guzmán, miembro de la policía de élite, la UPOE, es extrañamente ultimado presuntamente por policías. Las autoridades tienen que ir a fondo.

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