Politica de suma cero 

Oaxaca y el factor Meade

En un acto multitudinario, a la vieja usanza de “la cargada”, JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA, se registró ayer como precandidato único a la presidencia de la República, por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI). MEADE no es militante del PRI y jamás lo ha sido. Tampoco del Partido Acción Nacional (PAN), no obstante haber trabajado en cargos relevantes –Secretario de Hacienda y Crédito Público- en el gobierno de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA. Es decir, es un candidato externo y con la bendición de quien aún tiene el liderazgo de facto del PRI: ENRIQUE PEÑA NIETO. Hay que recordar que fue el canciller LUIS VIDEGARAY, quien realizó el “destape”, haciendo remembranza de aquel personaje irreal, virtual, que con tanta ironía abordó en sus cartones, el ya desaparecido EDUARDO DEL RÍO, “Rius”.

¿Pero cuál es la lectura en Oaxaca, en donde la mayoría de priistas estaban convencidos de que el bueno era MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, a la sazón Secretario de Gobernación? Pues que, independientemente del respeto a las decisiones de quien manda en el estato, el gobernador ALEJANDRO MURAT, la línea será inequívoca: el CEN del PRI y sus sectores calificarán no sólo a quienes coordinen la campaña de MEADE KURIBREÑA en la entidad, sino habrán de palomear –o no- a los que se han estado moviendo tanto para las candidaturas al Senado como para las diputaciones federales, locales y aún las 153 presidencias municipales.

Hay pues en el escenario actores que habían sido marginados políticamente, como es el caso de MARTÍN VÁSQUEZ VILLANUEVA, que resulta ser el oaxaqueño más cercano al candidato a la presidencia del país. Y ahí está hoy en donde se cocinan las grandes decisiones. Obviamente saldrán por ahí “amigos fortuitos”. Esto mueve, en muchos sentidos las aspiraciones –muy bien ganadas- del actual director general de LICONSA, HÉCTOR PABLO RAMÍREZ PUGA y aunque abriera la posibilidad de que la candidatura para mujer tuviera entre sus prospectos a la diputada federal, MARIANA BENÍTEZ, ésta no cuenta con la simpatía ni el apoyo de quien manda en la entidad. Además, todo mundo lo sabe, no le ayuda en nada la posibilidad muy cercana de que su hermano ALBERTO BENÍTEZ TIBURCIO, Ex Subsecretario de Planeación de la Secretaría de Finanzas, en el gobierno de GABINO CUÉ, pudiera estar con cuentas pendientes con la justicia.

MARIANA tiene otro impedimento: la reciente renovación de los Estatutos del PRI en la reunión de Campeche, fueron elaborados casi como dedicatoria para ella, en la que no se permitirá a legisladores “chapulines”, que brinquen de la diputación al Senado. Veremos pues qué pasa en estos días. (JPA)

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