Opinión 

Marx en Oaxaca

Isidoro YESCAS

Este 5 de mayo del 2018 se cumplieron doscientos años del nacimiento del gran pensador alemán e idéologo de las izquierdas, Carlos Marx.

Y este año, en México, se cumplen 50 años del movimiento estudiantil del 68, que si bien es cierto que tuvo como principal escenario el Distrito Federal (hoy Ciudad de México), se replicó en por lo menos 10 entidades del país, entre ellas Oaxaca.

Ambos sucesos tienen un punto de convergencia: fue a partir del 68 que el pensamiento y la praxis marxista cobró fuerza y prácticamente se institucionalizó en las universidades públicas, principal campo de batalla de las luchas estudiantiles de ese año y de la década de los setentas.

El marxismo (con todas sus variantes: leninismo, maoísmo, etc.) encontró un campo fértil para su difusión en el contexto de este movimiento cuya influencia social, política y cultural marcó un antes y un después en la historia de nuestro país.

En Oaxaca, y especialmente la Universidad “Benito Juárez”, la difusión de este pensamiento corrió a cargo de los liderazgos que emergieron precisamente del movimiento estudiantil. Solo como referentes inmediatos citaría los casos de Moisés González Pacheco y José Antonio Castillo Viloria.

El primero catedrático en la materia de Lógica y Filosofía e ideólogo que formó parte de la dirigencia del movimiento que en la UBJ emergió en agosto y cerró su primer ciclo en diciembre de 1968 (me refiero al período de huelga). Junto con otros líderes universitarios, González Pacheco sería detenido y recluído en el Campo Militar Número Uno. Al quedar en libertad destacaría luego como Director Jurídico de la UNAM, entre otros cargos.

José Antonio Castillo Viloría seguiría otra ruta. Como presidente de la Federación Estudiantil Oaxaqueña (FEO), vigente en la UABJO hasta 1975, encabezó durante 1970 un proceso de organización de vendedores ambulantes que condujo a la FEO a una ríspida confrontación con el gobierno del estado, organismos corporativos del PRI y la rectoría.

Aunque era estudiante de Medicina, habría aprovechado sus ratos libres para leer textos marxistas y con esa formación y convicción, y el apoyo de  activistas y líderes de la generación sesentaiochera, conquistó la presidencia de la FEO. Se le atribuye el impulso de los primeros círculos de estudio marxistas en la UBJ, aún cuando ya para entonces otras corrientes estudiantiles de las escuelas preparatorias  avanzaban en ese sentido y en la formación de otras opciones organizativas de ultraizquierda, incluyendo la formación o integración a grupos guerrilleros.

Castillo Viloria terminaría expulsado de la UBJ y, reprimido por el Estado, optaría más adelante por incorporarse al Movimiento Armado Revolucionario (MAR).

Estos episodios tuvieron claramente un punto de partida que fue el 68  y por eso, y porque finalmente este movimiento marcó un antes y un después en la vida política, social y cultural de Oaxaca (y de la UABJO en particular), un grupo de colegas sociólogos, historiadores, periodistas y politólogos nos propusimos analizar y escribir sobre este largo y rico proceso. Será una colección de ensayos y entrevistas que, esperemos, pueda ser editado y presentado antes del mes de octubre de este año.

Por ahora quedémonos con estas breves notas de cómo hace 50 años Carlos Marx empezó a recorrer Oaxaca, no  como un fantasma sino como ideología y práctica política.

Twitter: @YescasIsidoro

Correo: Isidoro.yescas@gmail.com

 

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