De paradojas y utopías 

Jara/Robles: La izquierda hecha jirones

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Raúl NATHÁN PÉREZ

1).- Dos sombras en la izquierda

La izquierda oaxaqueña vive el peor de sus momentos. Está pulverizada. Hecha jirones. En 2010 era más o menos compacta. Llevó a Gabino Cué al triunfo. Como está hoy, no es competitiva. Desde que AMLO se llevó sus canicas a Morena, le hizo un boquete al PRD. Contribuyó al magro resultado del partido del sol azteca en las elecciones federales de 2015. Morena tuvo votos, pero ningún distrito. Se entiende, era su debut. Para la gubernatura perfiló desde hace mucho a su candidato: Salomón Jara. Fundador de la Unión Campesina Democrática (UCD), franquicia que heredó su hermano Amador y otros, como Rey Morales y Tomás Basaldú, que no soltaron el PRD hasta que llegó Carol Altamirano.

En 2006 Salomón obtuvo la senaduría junto con Gabino Cué. Fue el “efecto Peje”. Desde ahí se vinculó con AMLO, a tal grado que cuando fue designado titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa), al inicio de este régimen, Jara siempre dijo que su posición era del tabasqueño. Aún pataleaba cuando le exigieron el título profesional. Fue ingeniero ya en el cargo. Cuando lo corrieron apelaba a la tutela de Obrador, pero a Cué le valió gorro. Parte de la ruptura entre “el señor López” y el gobernador se debe a la salida de Jara. Su despedida del gobierno fue anecdótica: ni siquiera le avisaron. Luego se volvió compadre de Alejandro Murat. Recientemente, los sabuesos de Manuel de Jesús López, ex titular de la Contraloría, aún documentaban presuntos desvíos y malas cuentas. Sin embargo, ahí va Salomón a estamparse con una realidad electoral, en la que la izquierda asemeja una caricatura.

2).- El PT, el membrete

Algo hay que reconocerle a Alberto Anaya, dirigente nacional del PT: su habilidad para andar entre partidos y candidatos, como flatulencia en bacinica. Su capacidad de sobrevivencia en emblemática. Un simple membrete que rebatió en el TEPJF la descalificación del INE, para seguir lucrando, como parásito, de las prerrogativas. Hace tres años llegó como Comisionado estatal, Rafael Arellanes. Ante la falta de membresía y cuadros competitivos se agenció la candidatura plurinominal. Hoy es diputado local. Aunque se dijo que había renunciado al PT, lo obligaron a volver al redil. Para ver la capacidad acomodaticia y oportunista de la dirigencia de dicho partido, hay que ver los últimos acontecimientos. Un día festinaron la designación de José Antonio Estefan como candidato del PRD a la gubernatura. Al día siguiente dieron marcha atrás.

Como viles mercenarios arroparon el empecinamiento enfermizo de Benjamín Robles Montoya y el ardid del “mejor posicionado”. ¿Representa algo el PT en el espectro electoral oaxaqueño? No. Es una ficción. Hoy, a diferencia del 2010, no irá a la cola de la coalición, como un parche mal pegado. Le apuesta a sobrevivir solo o acoplado con la morralla. Es el cuarto partido al que salta Robles: PRI en sus tiempos de Michoacán; Partido Convergencia –hoy MC- en su arribo a Oaxaca en 2001; PRD al triunfo de la coalición que llevó a Gabino a la gubernatura en 2010 y hoy, en su atolondrada obsesión de gobernar una entidad en la que es ajeno, el PT. ¿Cuál vendrá después? ¿Algo de la pelusa local? Es posible.

3).- ¿Hacia dónde va esta izquierda fracturada?

Sin duda alguna ambos candidatos llevan un propósito avieso: descarrilar las posibilidades del abanderado de la coalición “Con Rumbo y Estabilidad por Oaxaca” (CREO), José Antonio Estefan. Jara y Benjamín harán labor de zapa y, queriendo o no, habrán de allanar el triunfo del PRI-PVEM y su abanderado Alejandro Murat. Así se percibe, sin pronósticos fatalistas ni descalificaciones desafortunadas. Si las estadísticas no fallan, aún con la labor en contra del equipo leal a Eviel Pérez Magaña, el tricolor es más fuerte que una izquierda partida en tres. A ninguno de los dos “les alcanza” –como se dice en la jerga priista-. Y por lo visto, sea por afectos con el abanderado del PRI, en el caso de Salomón, o por el empecinamiento enfermizo que le hizo convertirse en un detractor del PRD, en el de Robles, cada uno está consciente de que se enfilan hacia el vacío.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— ¿Valió la pena el amago de Téodulo Vásquez, dirigente de la UTEO y sus secuaces, de ahorcar la ciudad el pasado jueves, como medida de presión para modificar la Ley de Transporte que inhiba la posible llegada de la empresa Uber? Solamente a un torpe se le ocurre pensar que dicho consorcio multinacional intente desafiar al Cártel Oaxaqueño del Transporte. Sí. Ése que integran sindicatos, confederaciones, uniones y demás, que lucran y medran con concesiones y permisos.

— Consulte nuestra página: www.oaxpress.info

Twitter: @nathanoax

 

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