Gobierno nuevo/Gobernanza a la antigua

POLÍTICA DE SUMA CERO

En sólo dos meses y medio, ALEJANDRO MURAT cumplirá dos años de estar al frente de Oaxaca. La agenda pendiente, sin embargo, es cada vez más compleja: educación, salud, seguridad, obra pública, etc. En el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), por ejemplo, FRANCISCO ÁNGEL VILLERREAL, ha puesto su mejor empeño para sacar adelante dicha dependencia –que asemeja una Comisaría por tantos problemas que ha arrastrado-, pero su equipo de gente contrasta con viejos lagartones, que en lugar de haberse retirado, encontraron chamba para agudizar más que paliar la problemática.

En los últimos días están saliendo a flote más irregularidades administrativas en la Secretaría de Salud. No sólo la emergencia sanitaria de dengue, que el titular DONATO CASAS quisiera minimizar, sino la permanencia en dicha dependencia, de viejos rescoldos de la administración de GERMÁN TENORIO VASCONCELOS. Al menos dos de esos remanentes han sido inhabilitados. Se le cerró el paso a la gente que se rompió el alma en la campaña política de MURAT HINOJOSA, pero se mantuvo a quienes operaron parte de los vicios que quebraron a los SSO. Una brutal incongruencia.

En otro entorno, siguen prevaleciendo los viejos moldes de la prepotencia y la soberbia. No tarda en que empleados de base de la gubernatura, le hagan un hoyo al ejecutivo. Señalan con índice de fuego a la Coordinadora de Atención Ciudadana, CAMILA SINOBAS, hija de RAÚL SINOBAS, ex delegado de FONATUR y hoy de la Secretaría de Turismo en Huatulco, de malos tratos y discriminación. CAMILA cuenta con dos incondicionales que “le operan” toda la chamba. ¿Estará enterado de ello el gobernador MURAT? Todos lo dudan. No sabe lo que pasa en su administración.

Según una fuente del Istmo de Tehuantepec, una de las empresas fraudulentas involucradas en el uso de los recursos del FONDEN para la reconstrucción de Juchitán, sería “Desarrollo y Construcciones Transmexicana, S.A. de C.V.”, propiedad de la familia MANRÍQUEZ MADARIAGA, a la cual le habrían pagado al menos 800 millones de pesos, para las tareas de demolición y recolección de escombros, luego del sismo. Sin hacer nada –se dice- y por favoritismo de arriba, contratado en unas oficinas de la CDMX, dicha empresa habría subcontratado a otras empresas pequeñas, a las cuales ni les ha pagado ni en general se ha cumplido con el contrato. Dicha situación que, obvio, tiene que saberse a fondo, ha puesto en la mira al titular de SINFRA, FABIÁN SEBASTIÁN HERRERA, pues aunque él sólo habría seguido las instrucciones, involucra a su dependencia en el manejo de los recursos del FONDEN, que son federales. Ésta son, entre otros, algunos de los sobresaltos del actual régimen. (JPA)