De paradojas y utopías 

Elecciones: Polarización y encono

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS

RAÚL NATHÁN PÉREZ

1).- Un poco de historia

Los procesos electorales han sido letales para nuestra endeble unidad entre los oaxaqueños. En 2006, la elección presidencial –no era aún concurrente como hoy- se dio en un clima de terror y tensión. El voto se emitió en medio de barricadas. El conflicto social y político, manipulado por los manejadores del Cártel 22, se volcó a favor de Andrés Manuel López Obrador. El “efecto Peje” arrasó. Los dos escaños de mayoría en el Senado fueron para sus leales: Salomón Jara y Gabino Cué. Adolfo Toledo fue senador de primera minoría. Sólo se ganaron dos distritos electorales federales: Juchitán y Teotitlán. En el 2010, la elección para gobernador fue una copia fiel. Crear un ambiente de tensión y polarización para llevar a la gubernatura a Gabino Cué, era la divisa. En el 2012, fue similar. Se sabe que en Oaxaca perdió Enrique Peña Nieto y volvió a ganar AMLO. Las dos candidaturas de mayoría al Senado fueron para: Benjamín Robles –a quien Gabino Cué apuntaló con el pejista René Bejarano- y Adolfo Romero Lainas –un desconocido pero con suerte-. El escaño senatorial de Eviel Pérez Magaña, fue de primera minoría. Y el PRI sólo ganó el distrito electoral federal de Juchitán con Samuel Gurrión.

2).- Territorio Peje

No hay que hacerse bolas pues. Oaxaca, que fue territorio PRI durante los gobiernos de José Murat y Ulises Ruiz, hoy es bastión de AMLO. Sólo un ciego no lo ve. Y no porque el magisterio esté metido a fondo en apuntalarlo y crear un ambiente de tensión y chantaje –que es lo suyo y su oficio-, sino porque el discurso de odio y el encono ha permeado bien en una sociedad polarizada como la nuestra. El Cártel 22 ha sido eje importante en ello, aunque es una casta privilegiada que vive y pervive del erario federal. La coalición “Todos por México” tiene pues que bogar en un mar encrespado para atisbar el triunfo, aunque éste sea magro y relativo. Sin vaticinios ni premoniciones, aquí MORENA puede permear en toda la entidad, salvo en bastiones que se han pintado de tricolor desde hace mucho. Con un discurso fresco, Raúl Bolaños Cacho Cué, candidato al Senado, está empeñado en remontar esa aversión hacia el tricolor. Ha hecho proselitismo de a pie y de casa en casa. Ha recorrido los bajos fondos de la pobreza. Pero es, entre la mayoría de sus correligionarios, sólo una vela encendida en la oscuridad.

3).- La guerra sucia y sus efectos

En poco ha contribuido a sanear el panorama electoral la amenaza del Cártel 22 de boicotear los eventos de Meade o de Anaya. También los discursos insulsos y promesas fatuas en campaña. El mismo sketch de ofrecer el oro y el moro. Menos la guerra sucia de supuestas publicaciones, trascendidos o memes insultantes que son, abiertamente, fake-news. Los operadores de la coalición “Todos por México” se han visto rebasados por la realidad. En el Istmo hay decenas de espectaculares del candidato a diputado federal por el distrito de Salina Cruz, el joven Pepe Toño Estefan Gillessen. Pero no hay de Meade. ¿Es soslayo o estrategia? ¿O se está perdiendo por default? Bien para aquellos que piensan –como proponen politólogos de la Escuela de Turín- que toda política es local. En este entorno hay algunos especímenes arropados por el tricolor que se han fugado de la realidad. Caminan como si levitaran. Sus campañas siguen permeadas por el triunfalismo de antaño que hoy, obviamente, ya no es.

4).- El hartazgo ciudadano

Si bien el reciclaje es un vicio que hoy permea en todos los partidos y coaliciones, serán las caras nuevas las que pueden salvar la elección. El ciudadano de a pie se resiste a ver las mismas, ahora más viejas. Especímenes acartonados y viciados. Y es que el ambiente electoral es sofocante y denso, pero también de hartazgo ciudadano. Candidatos que son como la caca del perico: ni huelen ni hieden. Sumergidos en cenáculos, grupos, alejados del pueblo y de la realidad. O haciendo exactamente el mismo circo, maroma y teatro de hace dos décadas. Los de MORENA confiados en que el “efecto Peje” los llevará al triunfo; los del Frente, seguros de que Anaya supera el segundo lugar y los del PRI-PVEM –salvo excepciones-, no le ponen empeño para remontar el rezago en la intención del voto.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Una cara nueva en la coalición “Por México al Frente” es, sin duda alguna, Alicia Bañuelas. Empresaria de las artes gráficas, con carisma y buenos méritos. Fue postulada por el Movimiento Ciudadano para el distrito XIII, con cabecera en la capital oaxaqueña. Sin duda, está causando simpatía en sus recorridos proselitistas.

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