De paradojas y utopías 

Elecciones: Civilidad vs violencia

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS

RAÚL NATHÁN PÉREZ

1).- Alea-iacta-est*

Hoy es día de elecciones. Día de acudir a las urnas y votar, en paz y con civilidad. En mi opinión, este proceso ha sido el más largo y extenuante de cuantos haya visto. También el más violento. “Las elecciones del narco” le han llamado. Algunos ya no llegaron. Ahí está Emigdio López, candidato de MORENA, asesinado junto con cuatro personas más, apenas el 25 de junio. Raymundo Carmona, casi no llega. Funcionarios electorales renuncian. Roban y queman paquetería electoral. Candidatos amenazados. Durante meses se diluyeron los rumores más descabellados. Vivimos aterrorizados por “el tigre”, “los madrazos” o “el diablo” de Yeidckol, Ackerman y otros fans de AMLO; atosigados por encuestas –cuchareadas y no-; trascendidos y descalificaciones; vaticinios y presagios. Verdades a medias y golpes mediáticos.

Partidos y coaliciones se juegan todo en una sola mano. Presidencia de la República, Senado, diputaciones federales, locales, presidencias municipales y en ciertos estados, la gubernatura. Lo más relevante, se juega el futuro de México. Y el desenlace final está a unas horas. Es un parteaguas en el México contemporáneo, como lo fueron las revoluciones. En 1800, Napoleón afirmó: “hemos terminado la novela de la Revolución. Es preciso comenzar la historia. Ver lo que hay de real y la aplicación de los principios, sin especulaciones. Hoy día seguir otro camino no sería gobernar, sino filosofar”. (J. A. Marina, Los sueños de la razón, Anagrama, Barcelona, 2006).

2).- La disputa presidencial (I)

No hubo frase más descarnada que la de J. A. Madison: “¿Qué es el gobierno, sino el mayor de los reproches de la naturaleza humana? Si los hombres fueran ángeles ningún gobierno sería necesario”. (El federalista, FCE, México, 1994). Es triste, pero en México la lucha por el poder presidencial es más que sólo gobernar: es la permanencia de una casta política o su relevo por otra. A veces la emergente es peor. Ya lo vivimos en Oaxaca. A la larga son una y la misma. El juego democrático y la tiranía de las mayorías. Un sistema de partidos anquilosado, acartonado, necrosado, en contraste con una democracia demasiado onerosa.

En México, parafraseando a Stendhal, la política y la lucha contra los corruptos son hijas de la novela. Para Andrés Manuel López Obrador, la panacea para el país es la lucha contra la corrupción. Con eso habrá de curar todos los males: la pobreza,  la inseguridad, el narcotráfico, la CNTE, los “moches” de funcionarios y pulverizar a la “mafia del poder”. Pero lleva detrás la misma basura de ex priistas conversos, empresarios cuestionados, izquierdistas convenencieros y trapecistas. Doble discurso; doble moral. Empero, de ganar –nos guste o no- será el triunfo de la tenacidad; del liderazgo construido en años de lucha; del hombre hecho a sí mismo. (Jesús Silva-Herzog Márquez, El País, 28 de junio, 2018)

3).- La disputa presidencial (II)

El candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, está afectado duramente por esa patología del tiempo y del encono. Hizo del PAN un vertedero de triquiñuelas, vendettas y ajustes de cuentas. Se ha lanzado contra los corruptos, pero no se ha visto en el espejo la cola. Siete gobernadores emanados del PAN ya le reviraron. José Antonio Meade, aunque sigue anclado en los mismos moldes de la continuidad, tiene claridad de los problemas del país. Hay oficio, formación, tablas, aunque representa el modelo neoliberal. Y “El Bronco”, digno representante del México rural, de la raza, espontáneo. Genuino exponente de ese país que se quedó en las películas de Luis Buñuel, Julio Bracho o Ismael Rodríguez. Sienta el precedente de que los partidos ya valen gorro, aunque en ésta no tenga esperanza.

En este “universo de cuatro” tendremos que elegir al mejor. Uno saldrá para presidir este vertedero de corrupción, crimen, narcotráfico. Un país vivo, pero devastado, sangrante, fracturado. La vecindad con USA que pende de hilos. Una sociedad alienada, sufrida, desencantada. Un país estoico –como decía Carlos Fuentes- que lo mismo ha soportado tragedias, desgracias, sismos y malos gobiernos, pero se mantiene en pie. Un país en perpetua oscilación entre la pasión y el desencanto; entre la esperanza y la zozobra; entre la pobreza y la demagogia.

4).- Oaxaca: Otra vuelta de tuerca

Confiados en las encuestas y en que el efecto “Peje” se habrá de repetir –como en 2006 y 2012- algunos candidatos de la coalición “Juntos haremos historia”, se han sentado a esperar el milagro. Otros se han metido a fondo. Y hay quienes le talonearon de veras. En contraste al desencanto, pasividad e inmovilismo de algunos de sus correligionarios, Raúl Bolaños Cacho Cué, de la coalición “Todos por México”, hizo campaña a “ras de tierra”. Y puede, con el camino andado, obtener buenos resultados. Caras viejas y caras nuevas. En MORENA, Salomón, Benjamín y otros, representan lo más burdo del reciclaje. Van de la mano con el PRI. Y en la coalición “Por México al Frente”, llevan como pesado lastre a priistas, panistas y perredistas conversos, tránsfugas y traidores. Hoy, sin embargo, cada ciudadano habrá de elegir, en la intimidad de la urna, si es el mejor, el malo o el peor.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

 — Breviario: La suerte está echada: alea-iacta-est. Frase que figura en “La Guerra de las Galias”, la obra de Julio César y atribuida a éste al atravesar El Rubicón.

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