Opinión 

El comentario de hoy, martes 6 de marzo de 2018

¡Perdón, por pecar de pesimista! Pero Oaxaca asemeja a veces una ínsula de anarquía, desorden y desprecio por la ley. La situación se ha exacerbado por la cercanía de los tiempos electorales. Cada quien quiere llevar agua a su molino. Uno y otro día, por los motivos que usted guste o mande, somos secuestrados en nuestra misma casa, en nuestra ciudad.

Uno escucha en los discursos oficiales, la insistente palabra de “diálogo”; la soterrada mesa de negociación. Jamás hemos escuchado del gobierno, la preservación de las libertades ciudadanas; el Estado de Derecho o la aplicación de la ley. Todo mundo le da la vuelta; nadie quiere tener el estigma de represor o “carnicero”, que se le aplicó al ex gobernador Ulises Ruiz.

Ese temor, esa fobia, el sobado discurso de la libertad de expresión y los derechos humanos, hace que a menudo, unos cuantos se monten sobre los derechos de las mayorías. El pervertido discurso del diálogo y la negociación, se dan cuando se ha afectado ya la paz social y la tranquilidad ciudadana.

En ninguna parte del país existe tal descomposición, que hace un binomio perfecto con la abulia oficial. Eso hace surgir banderas, demandas, exigencias. Algunas justas, otras descabelladas. Se le dan armas a los enemigos del actual gobierno. Éste es el caso de la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos de septiembre.

Existen en nuestro entorno, organizaciones sociales y grupos, que son limosneros compulsivos. Sus dirigentes se acostumbraron a pervivir de la dádiva del gobierno. Y viven muy bien. Hay quienes piden cientos de millones, como Antorcha Campesina. Otras no se quedan atrás, como el membrete denominado “Sol Rojo”, el FALP, el MULT, UCIZONI, el FPR y 400 más.

Me pregunto: ¿con qué carácter exigen recursos? ¿Quiénes los designaron sus autoridades o representantes? Eso tiene que terminar. Pero no se puede, porque son intocables. Los dirigentes manotean en las salas de juntas de las dependencias. Son limosneros con garrote. Y para hacerse notar, toman a la ciudadanía como rehén.

Las malas enseñanzas y mañas también, que el magisterio ha transmitido a dichas organizaciones ha terminado por convertirse en una cultura. Hacen falta miles de millones para la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos de septiembre y febrero; para restaurar más de 2 mil 500 monumentos históricos, etc. Pero los que viven de la dádiva, piden su lana.

Y si no les dan bloquean. Sólo el comercio de la capital ha perdido en lo que va del año, más de 200 millones de pesos. Pero los empresarios tampoco hacen nada, más que quejarse. Cuando todos tomemos acciones enérgicas, tengamos la seguridad de que la cultura del chantaje tocará fondo. (JPA)

 

One Thought to “El comentario de hoy, martes 6 de marzo de 2018”

  1. manuel

    Estoy de acuerdo con lo que dice Pérez Audelo en todos sus comentarios; pero pienso que hay gente detrás de todo esta perversidad en las sombras y tiene que ser del mismo gobierno Federal y/o Estatal; debemos desenmascararlos!!

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