Opinión 

El comentario de hoy, martes 29 de mayo de 2018

Estamos a poco más de un mes de que concluya el ciclo escolar 2017-2018. Nada más inoportuno que un paro de labores que habrá de repercutir y dañar aún más, al casi millón y medio de alumnos de los diversos niveles del sistema oficial. Nadie pone en tela de juicio los derechos que le asumen a los trabajadores de la educación. Lo que se les critica es su soterrada movilización y atropellos no sólo al derecho a la educación –que también es un derecho humano- sino además, su tendencia a sorprender o simular.

Si en realidad tanto critican a los funcionarios y legisladores, ¿por qué aplauden que algunos de sus cuadros más cuestionados y oportunistas, figuren ahora como candidatos de la coalición “Juntos haremos historia” y uno más en la alianza “Por México al Frente”? Por lo que se sabe, no se trata de los más combativos sino de los más corruptos y cuestionados. El juego pues de los dirigentes está al descubierto: la llamada Coordinadora –la CNTE- y su adlátere oaxaqueña, la Sección 22, no buscan mesa de diálogo ni abrogar la Reforma Educativa –la vieja cantaleta-.

Lo que buscan es hacer el mismo papelito que hicieron en el 2006, maniobrando el voto de castigo para ciertos partidos y torpedeando el derecho ciudadano al sufragio, con las barricadas, quema de llantas, incendio de autobuses y otros. El numerito lo repitieron en 2010. Hicieron su plantón en el Centro Histórico y fueron convencidos de levantarse para ir a sus comunidades a realizar el mismo y deplorable papel: servir como sicarios electorales.

En las elecciones de 2012, no cambiaron las cosas. Como reloj de precisión hicieron exactamente el mismo teatro. Allanar el triunfo a unos y boicotear el de otros. Inhibir el libre sufragio y crear un ambiente de crispación social. Quedar bien con unos y afectar a sus adversarios, que ellos consideran reaccionarios. En 2015, hubo hasta quema de urnas y paquetería electoral. Varios fueron detenidos, pero hoy gozan de impunidad. La pregunta es: ¿en las elecciones que se esperan más competidas de la historia reciente del país, las autoridades seguirán haciéndose las desentendidas ante esta amenaza?

El juego pues está al descubierto. He ahí el porqué de que haya resistencia de miles de maestros a seguir el paro y otros miles de padres de familia responsables. Son quienes ya no quieren andar peregrinando para la firma de boletas o certificados o para hacer exámenes extra muros. Son mentores que asumen su responsabilidad con verdadera vocación docente. Después de 38 años de afectar los niños y niñas, ¿aún seguiremos tolerando estos abusos y atropellos al derecho a la educación? (JPA)

 

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