De paradojas y utopías 

Contaminación y devastación

DE PARADOJAS Y UTOPÍAS

RAÚL NATHÁN PÉREZ

En memoriam de Víctor Alonso, un buen amigo

1.- Obras abandonadas y estigmatizadas

Hace al menos cinco sexenios, a poco de haberse iniciado el proyecto del Libramiento Norte, surgió la oposición del Patronato Pro-Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (PRO-OAX), liderado por el maestro Francisco Toledo. Tocó al gobierno de Diódoro Carrasco capotear dicha oposición. La obra inició, pero quedó arrumbada y hoy luce remontada e insegura. Millones invertidos se fueron a la basura. El argumento: que el área natural protegida de San Felipe del Agua, se iba a contaminar por ruido y emanaciones de smog de los vehículos que por ahí habrían de circular. Y ahí quedó como elefante blanco. Al poco tiempo se llenó de casas de lujo y asentamientos irregulares. ¡Oh, paradoja! Se salvó del smog, no de las aguas negras y los flujos corporales. Hoy, nadie se acuerda de ella. El daño está hecho. La obra jamás se ha concluido, pese a la necesidad de despresurizar la mancha urbana y el caos vial. Ese infierno cotidiano no tiene salida, si no es que a través de la construcción de libramientos. Pero ahí están los cancerberos y salvaguardas del medio ambiente, prestos para echar abajo cualquier proyecto gubernamental.

2.- Anti-minas y anti-eólicos

En Oaxaca hay decenas de grupos y organizaciones, férreos opositores a la explotación de fundos mineros. Desde ramificaciones del Frente Popular Revolucionario (FPR) y otras como EDUCA Oaxaca, A.C., por decir sólo dos, hasta la DDHPO y ministros de culto metidos a fondo en la zona de San José del Progreso, Ocotlán, verdaderos “lobos con piel de oveja o diablos con sotana”, como alguien los calificó. Salvo la explotación de los yacimientos de San José de Gracia, por la empresa “David Gold Mining”, que nadie toca, sólo la PROFEPA que la sancionó, el resto está bajo fuego de los anti-minas, como la “Cía. Minera Cuxcatlán”, filial de “Fortuna Silver Mines”. Y argumentan una y mil razones para que las comunidades no caigan en el juego “del capital trasnacional”.

Además, ponen como bandera la contaminación de ríos y afluentes; la afectación a los mantos freáticos; los fluidos químicos que envenenan al ganado; etc., argumentos banales y falsos, pues aquí no hay mineras que los utilicen para la separación del metal. En el Istmo, los anti-eólicos, sean de la Asamblea Popular del Pueblo de Juchitán (APPJ), o los que lideran Bettina Cruz Velásquez y su marido, Rodrigo Flores Peñaloza –que viven a todo lujo con las medidas cautelares que dispuso la DDHPO- hasta la UCIZONI de Carlos Beas, han buscado por todos los medios frenar la explotación de energía eólica –la de otros países no las españolas- y llevan a cabo “una lucha” que huele a connivencia o complicidad.

3.- Beneficiar a los patronos extranjeros  

La sospecha de que cada grupo responde a los intereses de sus patronos en el extranjero es cada día más evidente. Organizaciones subvencionadas por gobiernos, empresas o fundaciones de ciertos países, arremeten en contra de unas y a favor de otras. Es obvio: tienen que defender a quien los mantiene. Pero engañan a las comunidades. Lo que sorprende es que nadie levante la voz para denunciar la brutal explotación y depredación ecológica de los bosques de la Sierra Sur. La SEMARNAT autorizó el año pasado la explotación –para saneamiento de los bosques- de más de 350 mil metros cúbicos de pinos. Ello además del aprovechamiento legal de muchos miles de hectáreas de bosques. Pero los ambientalistas o pseudo defensores del entorno ecológico no ven ahí ni rentabilidad económica ni política. Ni defensores del territorio indígena, de las costumbres, de los del color de la tierra y todas esas baladronadas. Lo son a conveniencia y con etiqueta.

4.- La Sierra Sur y la depredación forestal

Si bien es cierto que hay comunidades que han logrado el desarrollo sustentable a través de su riqueza forestal, como los Pueblos Mancomunados de la Sierra Juárez, San Pedro El Alto o Santiago Textitlán, hay decenas de comunidades cuyos bosques han sido devastados, por aprovechamiento o saneamiento. Y obvio, la tala clandestina. Y nadie ha levantado la mano. A lo que se le ha hecho ruido es al rescate del Río Atoyac. Un caso perdido en tanto no se aplique la ley y haya inversiones para dicho propósito, aunque exista voluntad política.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

Una vergüenza nacional el desempeño de algunos legisladores que en mala hora nos representan. Hace algunos meses, fue Benjamín Robles Montoya, que propuso la barrabasada de utilizar las reservas monetarias internacionales de México, para promover programas sociales. Ahora fue el senador Salomón Jara, con la infeliz ocurrencia de castigar a las calificadoras crediticias. Por acémilas e ignorantes no paramos.

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