Politica de suma cero 

Consulta indígena: El tropiezo de Regino

POLÍTICA DE SUMA CERO

La famosa “Consulta Libre, Previa e Informada a los Pueblos y Comunidades Indígenas del Istmo de Tehuantepec”, celebrada el sábado 30 y domingo 31 de marzo, resultó ser una verdadera farsa. La desorganización y la protesta, fueron el quid de la misma. Ésta siguió la pauta de las que se han realizado para validar proyectos del gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que han tenido resultados cuestionables, como la que se llevó a cabo para rechazar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) o el de la Termoeléctrica de Morelos, salpicada de sangre con el asesinato de SAMIR FLORES.

Pero a quien le fue como en feria en la consulta llevada a cabo el fin de semana pasado en Salina Cruz, Santiago Laollaga, Jaltepec de Candayoc, Huamelula y Santa María Chimalapa, fue al mixe (ayuuk), ADELFO REGINO MONTES, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), luego de los reclamos a su ascendencia indígena y ahora como enclave gubernamental para apoyar el Proyecto Transístimico que, como todo mundo sabe, ha sido visto como una mina de oro, sobre todo para quienes mueven a grupos indígenas.

La lógica elemental enseña que si ADELFO REGINO hubiera sido consultado en el pasado gobierno sobre las Zonas Económicas Especiales (ZEE), su respuesta hubiera sido negativa. Sin embargo, lo que aquí estuvo en tela de juicio fue la mala organización de la consulta y la resistencia de grupos étnicos y organizaciones adláteres, a que ésta sea la vía para validar un proyecto que, según los opositores, “sólo habrá de beneficiar al capital trasnacional”. No hay que olvidar que dichos opositores ya están amañados en protestas, he ahí el por qué le han hecho vivir un infierno a los promotores y generadores de energía eólica, a través de amparos y recomendaciones de la CNDH. Lo que todo mundo sabe en el Istmo de Tehuantepec es que la vía férrea, motivo de la consulta, ya existe. Que el proyecto transístmico sólo contempla su modernización y hacer en realidad un puente para el traslado de mercancías del Golfo de México hacia el Pacífico o viceversa. Pero en el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, hay que darle un cariz democrático y simular que todo aquello que tengan que ver con las comunidades indígenas, se cumple a pie juntillas con el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aunque todo sea una farsa; simulación y demagogia, los íconos de este régimen. (JPA)

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