Opinión 

El comentario de hoy, martes 14 de marzo

El pasado viernes 10 de marzo, se cumplieron los primeros cien días del actual gobierno. Ustedes se preguntarán: ¿y qué importancia tiene para la sociedad que se cumplan esos cien días? Ese lapso de tiempo se ha vuelto una especie de moda para los gobiernos estatales y federales, que representa una especie de medición, en torno a lo que se ha avanzado en ese pequeño lapso de tiempo. Se empieza a medir el impacto de las promesas de campaña, la aplicación de medidas emergentes y el cambio, respecto al régimen anterior.

Cien días le permiten al gobierno en turno, hacer un dique respecto al pasado y marcar las directrices sobre las que caminará el régimen que recién se ha instalado. Sin embargo, no hace falta ser un acucioso observador para percibir que tal pareciera que el camino no ha sido fácil, sino más bien tortuoso. El avance ha sido modesto y en ciertos rubros, la ruta está llena de obstáculos. Ciertamente Oaxaca es un amasijo de problemas y desafíos.

Hay al menos cuatro rubros en los que el actual gobierno debe poner atención e instrumentar acciones enérgicas antes de que la realidad supere a la ficción:

  1. La gobernanza sigue lacerando las fibras sensibles de la sociedad. Sociedad civil y sectores productivos demandan acciones concretas para acabar con el clientelismo político y con el chantaje de cerca de 400 organizaciones sociales, que perviven de la limosna oficial. La insistencia del famoso diálogo ya no cuaja en el ánimo colectivo. El asunto magisterial, la aplicación de la Reforma Educativa y el Estado de Derecho, no admiten mayor dilación.
  2. La entidad enfrenta una emergencia inédita. La sequía amenaza a cientos de municipios de Oaxaca, pero sobre todo a 28 de la región del Istmo de Tehuantepec, en donde están en riesgo al menos 22 mil hectáreas de cultivos diversos. La presa de Jalapa del Marqués sólo tiene el 14 por ciento de su capacidad. Ante ello se cerraron las compuertas, poniendo en gravísimo riesgo la propia supervivencia de miles de oaxaqueños. El diputado por el distrito de Tehuantepec propuso un punto de acuerdo para que el gobierno federal considere a la región como zona de desastre. Pero otros han visto el problema como botín político. Por fortuna, el ejecutivo hizo lo propio el pasado viernes y solicitó se declare zona de desastre.
  3. La entidad ocupa hoy el primer lugar en el país, en incendios forestales. Hasta la semana pasada se habían registrado 62. No se ha dado una postura gubernamental al respecto.

 

Hay un factor de distracción en el equipo de gobierno, que el ejecutivo debe acotar: muchos miembros del gabinete legal o ampliado están obnubilados con las candidaturas del año que viene y han puesto su responsabilidad institucional en segundo término. Es decir, no sólo le están fallando al ejecutivo sino al mismo pueblo oaxaqueño. (JPA)

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