De paradojas y utopías 

Clanes, mafias y cofradías

A Javier y Jorge Villacaña Jiménez.
Por el deceso de su señora madre

1).- El estigma de los partidos

El sistema de partidos en México –ya lo hemos dicho- está desgastado, acartonado, necrosado. A casi 92 años de haber nacido como Partido Nacional Revolucionario (PNR), el PRI no ha cambiado, ni cambiará nunca. Vertical, patrimonialista, autoritario. Clanes familiares, mafias y cofradías siguen lucrando con los derechos de la militancia, el trabajo político, la convicción y los principios. Excluyente, sectario, todo menos regido por principios de democracia interna. Incapaz de la autocrítica. Proclive a las decisiones cupulares; a los cónclaves secretos detrás de la puerta. Todo visto con un futurismo pernicioso. De perfil caciquil. Compadrazgos y connivencias; sociedades y prestanombres. Además, de círculos cerrados, en donde no tienen cabida los principios ni la lealtad. En el PRI, parafraseando a Catón en la Roma antigua, “los cargos públicos se consiguen con la amenaza en una mano; la complicidad en la otra y citas de Ennio en los labios”.

2).- Eufrosina y la lista plurinominal

Creatura política de Felipe Calderón y Margarita Zavala, jamás imaginó que su frustrada candidatura a la presidencia municipal de Santa María Quiegolani le abriría las puertas de la política nacional. Fueron los usos y costumbres los que hicieron a Eufrosina Cruz víctima del sistema. Y aprovechó entonces, como ahora, dos estereotipos hechos ley: ser mujer e indígena. El Partido Acción Nacional (PAN), del que ahora ha abjurado, la llevó dos veces a la diputación. Una federal; otra local. Las dos sin hacer campaña. Vía plurinominal. Ahora, el PRI, su nuevo instituto político –del que nunca ha reconocido militancia abiertamente- la lleva otra vez a los cuernos de la luna. Por el lugar privilegiado que le otorga, ya tiene la curul en la bolsa. Y lleva como suplente a la ex titular de la Secretaría de Bienestar (Sebien) estatal, Yolanda Martínez López, del cacicazgo priista de Huajuapan de León. También se inscribió para la diputación por mayoría. Previsora: si no pega ésta, ya pegó la otra. La política rastacuero a la oaxaqueña.

3).- ¿Partidos políticos o cotos familiares?

Lamentablemente el PRI no es el único caso. Ya comentamos lo que ocurre entre sus adversarios oaxaqueños, Morena y PT, en donde prevalece el “quítate tú, para ponerme yo”. Los Jara Cruz; “Los Chendos” o el caso del matrimonio: Benjamín Robles/Maribel Martínez, cuasi propietarios de la franquicia llamada PT. Una izquierda podrida, patrimonialista, de cotos familiares. Habrá que leer entre líneas sus próximas listas plurinominales y encontraremos muchas sorpresas. Son tal para cual. Hasta las amantes tienen espacio asegurado. En Morena hay razón: sus padres fundadores fueron priistas: López Obrador, Ricardo Monreal, Manuel Bartlett, Esteban Moctezuma, et allium. Abrevaron de los mismos vicios. Y hasta los que han pervivido como lapas en la izquierda: Pablo Gómez, Bertha Luján, René Bejarano, Dolores Padierna y otros especímenes, hoy tan cuestionados y estigmatizados como caciques, que pegan con la izquierda, pero maman con la derecha.  

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Las voces para aplicar la ley en contra de quienes han manipulado el bloqueo en la Transístmica, a la altura de Boca del Monte, por casi una semana, ya son muchas. No es sólo la remoción del edil Macario Eleuterio lo que está en juego, sino la vil extorsión de parte de la abogada de San Juan Mazatlán, Mixe y de Ángel Martín Bonifacio, titiritero de las agencias.  

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