Cártel 22: Empieza la arremetida

POLÍTICA DE SUMA CERO

Antes de iniciar el mes de mayo, es decir, desde la víspera, el Cártel 22 inicia una nueva escalada de golpeteo a la ciudadanía y la repetición de los viejos moldes de su “lucha” bastarda. Desde la semana pasada, el ayotzinapo ELOY LÓPEZ HERNÁNDEZ ha enviado comunicados a los comités delegacionales para darles a conocer “el calendario de lucha”, que habrá de regirlos durante las 72 horas que dure el paro loco. Obviamente –faltaba más- incluye bloqueos a carreteras y vialidades; cierre de centros comerciales y empresas trasnacionales, sin descartar gasolineras.

La idea del Cártel 22 no es sólo la sobada exigencia de abrogar la Reforma Educativa, manida demanda que traen desde 2012, sino además, ubicarse ya como parte beligerante que apoya a ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, candidato de la coalición “Juntos haremos historia”, a la presidencia de la República. Como organismo mercenario que siempre ha operado, sabe de la eficacia en Oaxaca de su inclinación por cierto candidato, para operar el voto de castigo al PRI. Más aún, quiere sorprender la buena fe del gobernador ALEJANDRO MURAT con un abultado pliego de peticiones, a sabiendas de que, desde 2015, nada se resuelve a nivel estatal, sino en la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Ello no intimida a sus dirigentes ELOY LÓPEZ y “El Pozolero”, GENARO HERNÁNDEZ MORALES, Secretario de Organización: quieren mamar de todos lados. Que el gobierno de MURAT HINOJOSA les otorgue prebendas que no les corresponden. Lo cierto es que mientras éstos hacen la talacha, hubo otros más avorazados que ya se montaron como candidatos a las diputaciones por la vía pluriominal: IRÁN SANTIAGO MANUEL, líder de “Los Pozoleros”, les ganó la mano.

El paro loco es sólo una exhibición de aquello que a los oaxaqueños, sobre todo a los citadinos, nos espera en el mes de mayo: marchas, plantones, afectaciones a la paz social y a la economía. Todo ello se hará en la absoluta impunidad, pues el magisterio es sencillamente intocable. El menor intento de desalojarlos en un bloqueo o acotar una marcha es, simplemente, “criminalizar la protesta social” y ya estarán encima sus protectoras y alcahuetas: la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) o la Comisión Nacional (CNDH). No hay palabras para describir las atrocidades, atropellos y afrentas a los derechos humanos y, sobre todo, el derecho a la educación, que prepara este sector parasitario de la clase trabajadora. Revolucionarios que cobran y se mantienen del erario público. (JPA)