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Cacaloxtepec, manos que iluminan la vista con el recurso natural que da la madre naturaleza a la tierra infértil de la Mixteca

 

Dos amigos mirando desde el campanario de la iglesia en honor a Santiago Apóstol en Cacaloxtepec, observan con alegría la elaboración de los arcos
Dos amigos mirando desde el campanario de la iglesia en honor a Santiago Apóstol en Cacaloxtepec, observan con alegría la elaboración de los arcos

IGAVEC

Huajuapan de León, Oax.- Historia del arte que se construye a través de la unión y del conocimiento, así es Santiago Cacaloxtepec, “Pueblo de la Flor del Maíz” un municipio mixteco ubicado a 10 minutos de Huajuapan de León, que está luchando contra y viendo y marea para que sus tradiciones nunca se pierdan con la llegada del modernismo y la migración de sus habitantes.

¿Qué es la cucharilla?

A simple vista de quienes no la aprecian, puede parecer una planta más que brota gracias al amor de la madre naturaleza, y que adorna los campos erosionados de esta tierra vieja y devastada, pero quien sí sabe de su significado, representa un objeto que gracias a las manos y a la inteligencia que ha dado años de experiencia, conforman un arte hecho tradición.

Tii (Cucharilla) es como le dice la gente mixteca de estas tierras pobres y olvidadas, sin embargo los científicos la denominan Dasylirion acrotrichum y pertenece a la familia de las Asparagales. Esta planta crece muy lento en forma de roseta, según datos la primera floración de la planta pueden transcurrir de 12 a 15 años. La cucharilla se desarrolla en climas semiáridos y áridos, asociada a izotes, yucas, nopaleras y magueyes, aunque también es abundante en algunos bosques de piñones.

En la actualidad esta planta es utilizada como cucharas, -valga la redundancia-, debido a su forma de cuchara que es aprovechada por las comunidades maginadas de la Mixteca, para el consumo de alimentos, pero en esta parte es cuando comienza la historia, en donde una simple planta de desierto es transformada en arte gracias a las manos mágicas de los habitantes de Santiago Cacaloxtepec.

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Cada Semana Santa el pueblo se reúne y elabora 10 arcos por la calle que va hacia el Panteón Municipal y en donde se da la Gloria y se enciende el nuevo fuego

Arcos que llegan de luz, paz y alegría a la llegada del Sábado de Gloria”

Son las 06:00 horas del jueves anterior al viernes de dolor de la Semana Santa y Don Daniel Roberto Ramírez Morales, calza sus huaraches y afila su machete para acudir conjuntamente con las 32 mayordomías, a la calle Benito Juárez del Centro de Santiago Cacaloxtepec, para enfilar los 10 arcos que adornarán el camino de San Miguel Arcángel, a las 00:00 Horas del Sábado de Gloria.

Cuenta Don Daniel, que esta comunidad mixteca, – en donde aún se habla el dialecto natural-, desde hace más de 100 años y con el paso de las generaciones, se reúnen dos días antes al Sábado de Gloria y elaboran los arcos, cuya imagen principal es el Cristo que ha resucitado luego de morir en una Cruz para el perdón de los pecados.

Previo a la reunión, cuadrillas de hombres de Cacaloxtepec, se reúnen para ir al campo y cortar las plantas, y que para el Sábado de Gloria va de las 150 hasta las 400, también son cortados los horcones, carrizos y varilla que servirán como esqueleto para los hermosos arcos.

Sin que falte un buen aguardiente, cerveza y coca-cola, Don Daniel conjuntamente con su cuadrilla de hombres, inician a muy tempranas horas del Jueves Santo, con la adecuación de la cucharilla que formará las flores y las partes de los emblemáticos arcos blancos, previó al Viernes Santo y Sábado de Gloria.

Explica que un arco comienza con la conformación de esqueleto, es decir, se unen los polines, se afinan los carrizos, para que poco a poco se vayan colocando la cucharilla. Refiere que las imágenes varean de acuerdo a cada grupo, para el caso suyo tendrá la imagen del Cristo cargando la Cruz rumbo a su última morada que será la crucifixión.

Gracias a esas manos que pese a los duros golpes que les ha dado la vida, poco a poco van dando vida a los arcos llenos de una maravillosa imaginación que salen de la imagen ruda y soberbia del hombre de esta tierra mixteca.

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Así es como lucen los peculiares arcos una vez acabados; en Cacaloxtepec, ha iniciado con su construcción previó a los días santos

“Llegan los momentos de convivencia y de unión entre la población”

Para Don Ricardo Acevedo Zaragoza, la elaboración de los arcos de cucharilla, constituye un momento de convivencia entre la población, y que en la actualidad para fomentar la actividad el municipio la incentiva con premios que van de los tres a los mil pesos, dependiendo el esfuerzo, creatividad y empeño que le pongan cada una de las personas.

Explica que este peculiar y emblemática representación de la naturaleza, no solo se utiliza en los Sábados de Gloria, si no que en Diciembre adornan las entradas de las casas en las tradicionales posaditas, o bien, se coloca a la entrada de la población y en la iglesia el 25 de Julio en honor a Santiago Apóstol, así como también el 12 de Diciembre en honor a Cristo Rey.

Sin que diera más detalles  al respecto, y por qué la nula participación de las mujeres en esta actividad, comenta que este sector el día de la elaboración de los arcos, en la casa de los mayordomos, o bien en sus domicilios se quedan elaborando los alimentos, tal es el caso de un suculento caldo de res, un picoso chilate, o bien, unos frijoles acompañados con nopales, chile seco y sal.

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El hombre en esta actividad pierde su imagen de fuerte y rudo, pues pone en marcha su creatividad para hacer maravillas

“Un momento de sanación y de reconciliación con Cristo”

Para estos hombres, el sol no es un obstáculo para la elaboración de sus arcos, ya que es más su amor, devoción y su entrega a cristo, la que los hace fuertes e impide que ante cualquier situación climatológica puedan suspender esta actividad, al representar un momento de sanación y de reconciliación con la iglesia católica.

Don Enrique Suárez López, comenta que muchos podrían dar un significado de estos arcos, pero el más mencionado dentro de Cacaloxtepec, es que lo blanco y verde de la planta, representa una bendición de pureza en el Sábado de Gloria, cuando el Párroco, o los encargados de organizar la Semana Santa encienden el fuego nuevo.

“Mi padre, Don Julio Suárez Hernández, cuando a mis 10 años jugaba por la calle sin tomar importancia esto, me decía que sus compañeros de trabajo se reunían y hacían sus arcos, pues consideraban que con la llegada de la resurrección de Cristo y el nuevo fuego, ellos contaban con la bendición y con la oportunidad de sanarse y olvidarse de sus pecados que en años anteriores cometieron”, abunda.

Cansado por cargar con sus 80 años de vida, refiere que Cacaloxtepec, se ha convertido como punta de lanza en la elaboración de los arcos de cucharilla, pues en lugares como Huajuapan, Tlaxiaco, Tamazulapam, inclusive la capital del Estado y país, las personas han conocido de la magia que es expuesta con el trabajo de las manos del campesino mixteco.

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Las personas de la tercera edad, indican que esta actividad tiene una antigüedad de más de 100 años, pues a sus 80 esto ya se venía realizando tiempos a tras

“Esperemos que las nuevas generaciones conserven esta hermosa tradición”

Casi exhausto por el radiante sol que ilumina el Jueves Santo, Don Daniel Roberto Ramírez Morales, comenta que a los jóvenes de Cacaloxtepec, se les está inculcando el continuar con esta tradición, la cual está considerada como una de las más importantes de este nudo mixteco, y que pudiera perderse por la falta del cultivo de la planta y del modernismo.

“Hay veces que vienen personas de Estados Unidos, y nos cuestionan que nuestros arcos de que están elaborados, y con gusto les decimos que es un material propio de la región y que en la actualidad estamos luchando por conservarlo. La sociedad nueva debe de tomar en cuenta que una población se caracteriza por sus tradiciones, además de sus costumbres”, agrega.

“Yo hago un llamado para que los jóvenes de Cacaloxtepec, no olviden esta hermosa tradición que nos han heredado nuestros antepasados. Usted joven reportero sin ser de aquí tuvo el interés de conocer nuestro pueblo y ver que es lo que hacemos con estas plantas, es por ello que considero que así deben hacer aquellos que se olvidan de su tierra, así como de sus tradiciones, comenta Ricardo Acevedo Zaragoza.

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Está será la imagen principal del arco, un Cristo Resucitado con motivo del Sábado de Gloria; cada arco lleva una representación

Buscan conservan la planta para no perder la tradición

Actualmente no existen estudios sobre el impacto de la extracción de la cucharilla en sus poblaciones naturales. Esta tarea ha sido iniciada recientemente en el Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana y tiene como propósito generar información científica que apoye a los arqueros y demás gente interesada en la conservación de esta especie. Porque al utilizar este recurso natural sin medida, no solo se ponen en riesgo a las poblaciones silvestres de la cucharilla, también están en riesgo las tradiciones y actividades que dependen de ella.

Aunado a lo anterior el municipio de Santiago Cacaloxtepec, ha buscado apoyos de las diferentes instancias del gobierno Estatal y Federal, y logró la construcción de un vivero que alberga en cada temporada cuatro mil 500 plantas, y que se ubica en el paraje denominado “El Polvorín”.

Por su parte la Unidad Regional de Culturas Populares, ha iniciado un trabajo de capacitación a los habitantes de Santiago Cacaloxtepec, con el objetivo de que aprendan a germinar la semilla y así extender las crías de las plantas, para que por cada 5 que se cortan 10 sean sembradas.

Poco o mucho el trabajo realizado por las manos mixtecas de Santiago Cacaloxtepec, difunden el hambre de conservar las tradiciones y las costumbres por décadas al paso de las generaciones, ya que tienen el único don “iluminar la vista de extraños con el recurso natural que les da la madre naturaleza, en esta tierra, pobre e infértil del nudo mixteco”.

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Por cada sábado de gloria, los campesinos cortan más de 400 plantas, ya cuentan con un espacio en donde se cultiva cuatro mil 500 cabezas de cucharilla, pues por cada 5 que se sacan de la tierra 10 se siembran

 

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