ASE: El penúltimo eslabón

RAÚL NATHÁN PÉREZ

1).- La condición humana

Se acuña a James Madison aquella sentencia lapidaria: “si los hombres fueran ángeles, no sería necesario ningún gobierno”. Conflicto y comunidad, en efecto, son factores inherentes a la condición humana. He ahí el porqué de la obsesión por la permanencia; por afianzarse a los cargos públicos como garrapatas. Aferrarse a la ubre es normal. El titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Carlos Altamirano Toledo, ahí sigue inamovible hasta hoy, aunque no por mucho tiempo. Es el penúltimo reducto del gabinato. Sabe que los tiempos de gloria, aquellos cuando fue director administrativo de Los Pinos, en el sexenio de Ernesto Zedillo, no volverán. Tampoco los de la Escuela Superior de Economía (ESE-IPN), donde se formó “luego de dejar el arado” –parafraseando al personaje aquel de Tito Livio, Lucio Quincio Cincinatto-. El gobierno Gabino Cué lo designó primero, titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (SEDESOH), sin tener idea del cargo, sino como una simple cuota de partido. De ahí brincó para sustituir a Lizbeth Caña Cadeza, primera titular de la ASE.

No es un secreto que el órgano ha mostrado ineficacia por su manejo dual. Una instancia bicéfala. Una entidad pública permeada por el nepotismo y afanes familiares patrimonialistas. El Sub-auditor, Ernesto Icazbalceta –que sí conoce el oficio- ha capoteado los embates de la ignorancia supina de su superior jerárquico. Las denuncias de corrupción, peculado y desvío de recursos de ex munícipes, han seguido, no obstante la publicación en el Diario Oficial de la Federación, el 27 de mayo de 2015, del decreto por el que se adicionaron, reformaron y derogaron, disposiciones en materia de combate a la corrupción. El decreto 1263, aprobado y publicado en el Periódico Oficial Extra, del 30 de junio del 2015, en que se reformaron los artículos 115 al 124 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, titulado: “De las responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y Municipales, particulares vinculados con faltas administrativas o hechos de corrupción y patrimonial del estado”, así como la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción, “para que las autoridades competentes, prevengan, investiguen y sancionen las faltas administrativas y los hechos de corrupción”, del 18 de julio de 2016, que en la ASE son letra muerta.

2).- En medio de un conflicto de intereses

Lo que ha calado hondo en el imaginario colectivo es que desde la bancada del PRD en la LXIII Legislatura, que coordina Carol Antonio Altamirano, se trate de mantener o arropar la retirada de su tío. Imponer un titular a modo. Por otro lado, resulta paradójico que una de las impulsoras del Sistema Estatal Anticorrupción sea una persona que ha tenido reiteradas denuncias de prácticas corruptas: la diputada Eva Diego Cruz. Ambos, del PRD, siguen empecinados en hacer de la ASE un coto de poder de partido y no una institución que en verdad fiscalice los recursos públicos y opere en contra de la corrupción que ha contaminado nuestra atomizada estructura municipal. Esta visión patrimonialista, sin duda alguna, hará del citado Sistema Anticorrupción –y sus órganos operativos- un ente permeado por el conflicto de intereses y el compadrazgo; el amiguismo y la complacencia.

En su propuesta de iniciativa de Ley del Sistema Estatal Anticorrupción, el gobernador Alejandro Murat insiste en la modernización de las instituciones. El Estado no puede estar anclado en un andamiaje administrativo y jurídico inoperante. Y hay razón. Es contrario a todo principio ético seguir manteniendo tal cual a una entidad pública que ha sido ineficaz. Es contrario al interés público, una afrenta al pueblo, pretender continuar con el viejo esquema de monopolio partidista; hacer de la administración coto privado; de la fiscalización y revisión de cuentas, un apéndice de intereses familiares.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— ¡Vaya alharaca la que se ha hecho con el supuesto conflicto de intereses del Oficial Mayor del IEEPO, Gilberto Gamboa y se pierde de vista el saqueo multimillonario de Gabino y camarilla; el robo vil a las arcas estatales; el peculado y los desvíos multimillonarios, que parece defender el diputado Samuel Gurrión, con el argumento de que “no hay pruebas”! Obvio, se trata de un capítulo –así lo percibimos- del fuego amigo que permea en el régimen actual. El 2018 ha hecho perder la brújula a algunos y otros, de plano han perdido la razón. Las “campañitas muy bien orquestadas”, como dijera Carlos Velasco.

— La presencia de Aurora López Acevedo ha generado inquietud en el espectro político local y no han faltado quienes pretendan tundirla con singular enjundia. Primero, como promotora del sindicato en la empresa familiar de transporte, luego por el ruido que ha generado en el PVEM y finalmente, porque abandera un programa de sustentabilidad, que podría generarle expectativas política en el partido verde. En fin.

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