De paradojas y utopías 

AMH: El reto apenas empieza

RAÚL NATHÁN PÉREZ

1).- Los saldos del pasado

El arribo de Alejandro Murat al gobierno estatal fue inédito. Oaxaca era –y en parte sigue en lo mismo- una entidad caótica y anárquica; insegura y empobrecida. Gobernarla no es reto menor. Y sin recursos es peor. No es para echar las campanas el vuelo. Con motivo de los cien días de gobierno, AMH se aventó –improvisando, con buena memoria- un larguísimo mensaje. Puntual, aunque hay que decirlo con todas sus letras, demasiado denso. No había un script ni plan previo, motivo de la respuesta. Abordó uno por uno los ejes, en los que dice, se ha  enfocado su gobierno. Aunque los famosos cien días se han convertido en moda política, lo cierto es que se trata de un lapso temporal demasiado breve para hablar de resultados. Porque en el imaginario colectivo todo sigue igual. La economía no levanta. Los proveedores siguen esperando ser parte del milagro oaxaqueño. Sin duda, el ejecutivo trae una pila diferente. Más dinámica; con más cuerda. Se advierte un deseo sincero de hacer bien las cosas. Pero en su entorno, se percibe una insensibilidad insultante. Una selecta lista de funcionarios del gabinete van y vienen —como la consabida frase de “pedo en bacinica”— pero no resuelven nada.

En nuestra cruda realidad, se siguen cerrando negocios; continúan perdiéndose fuentes de empleo; el Centro Histórico no puede levantarse luego de años de impunidad de grupos, universitarios, organizaciones y maestros. La semana anterior fue fatal: todos golpearon. Las empresas eólicas siguen esperando vientos favorables. No la extorsión de organizaciones sociales; de supuestos redentores indígenas y hasta de grupos criminales. Sin paz social no hay desarrollo. Oaxaca jamás podrá salir de su atraso ancestral, en tanto prevalezca el acendrado clientelismo político; la dádiva millonaria a los personeros y vividores de las organizaciones sociales. Tampoco, ante un Estado de Derecho vulnerado por “cualquier baba de perico” que bloquea impunemente. El equipo gubernamental debe caminar al tenor de la dinámica del gobernador. El secretario general de Gobierno, Alejandro Avilés, debe hacer su chamba, porque el Oaxaca ingobernable prevalece. Y a juicio de muchos, nos regodeamos en un Estado fallido. Peor aún, arrastrando una pobreza inédita de recursos. ¿Qué Cué dejó al gobierno estatal en la miseria? ¿Y qué se ha hecho para resarcir el saqueo; para castigar o sentar un precedente de “no a la impunidad”?

2).- La opacidad de la Ley Orgánica: Interrogantes

¿Alguien se ha tomado la molestia de dar a conocer al oaxaqueño de a pie, la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo vigente, con todas sus reformas, remiendos, enmiendas, parches mal pegados u otros? No. Tampoco se entiende la secrecía, la opacidad y la discrecionalidad. ¿Será que hay que ocultar las torpezas e ignorancia que priva en el Poder Legislativo? ¿Cuáles son los requisitos de ley para ocupar una secretaría o dirección general en el gabinete legal o ampliado?  Al menos una veintena de los titulares fueron designados por simple compromiso político, facturas de campaña o celeridad. Algunos perfiles no corresponden a la responsabilidad. Por ejemplo, ¿hay algún docto en la materia que nos explique por qué el hangar de gobierno, la Casa Oficial o la Coordinación de Giras, ahora dependen del Secretario de Finanzas, Jorge Gallardo? ¿Cómo está eso de que las direcciones de Notarías, Registro Civil y Registro Público, que orgánicamente habían dependido de la Segego, ahora son de una Consejería Jurídica, a cargo de Ángel Alejo, en lo que parece una herencia familiar, de “quítate tú para ponerme yo”, pues su hermano ocupó el mismo cargo en el régimen anterior?

Dos de los cercanos de antaño: Adolfo Maldonado y Donato Casas, están en tareas diferentes a las originales. El primero inició en la Segego y está en Giras; el otro fue Subsecretario de Administración e incursionará en Salud. El cambio puede ser saludable: no estaban en lo que saben –o se presume que saben-. Hay quienes ocupan el cargo para su particular promoción personal y de futurismo atolondrado. Pero los hay también que no han hecho su chamba. ¿Qué ha hecho en el rubro de promoción, incremento al promedio estancia o aumento en la derrama económica, el titular de la Secretaría de Turismo, Juan Carlos Rivera? ¿Y qué la titular de la Secretaría de la Mujer, Miriam Liborio, que se advierte que no tiene ni remota idea de dónde está parada?

En el equipo gobernante hay caras nuevas e imberbes, con especímenes jurásicos y cobijas bastante pedorreadas en el quehacer público. El rasero de Murat Hinojosa debe medir a todos por igual. Unos porque no saben ni qué pex —como dicen los chavos—; otros, con experiencia, pero con el síndrome del cansancio a cuestas. Es misión salomónica no soslayar la experiencia de los que saben, para suplir la ignorancia de quienes se asumen que están descubriendo el agua tibia de la pobreza o de la gobernanza. Los sabihondos son comunes en los inicios. Se asumen iluminados. Los hay asimismo que piensan que con andar de cola del gobernador ya cumplieron. Obvio, no es así. Oaxaca –insistimos- es otro boleto. Es un amasijo de problemas, ambiciones desatadas, futurismo atolondrado y otras bajezas.

 

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

 — Ayer estuvo en Oaxaca, el líder moral de MORENA y virtual candidato, Andrés Manuel López Obrador –y hasta presidente de México, dicen sus apologistas- en 2018. Todos le echan flores; todos le queman incienso. Pero hay un factor clave: el factor Donald Trump o lo que publicó The Econmist: “un peligroso experimento político”. ¿Llegará? Tengo mis dudas.

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